En uno de mis viajes por el mundo, encontré al propietario de un Centro de Evolución Social, (CES), muy alterado, con ansiedad y muy preocupado. Todo le marchaba bien, pero me contó que uno de sus empleados, Carlos, encargado del mantenimiento, no estaba contento y su comportamiento creaba complicaciones en el CES.
El propietario del CES, había negociado con él, pero Carlos mostraba una fuerte desmotivación y estaba muy negativo.
Le pregunté al propietario, el motivo por el cual, si no estaba contento con Carlos, no negociaba con él, para que abandonase la empresa y la respuesta fue categórica:
“Nadie sabe hacer lo que él hace”
Le pregunte por qué no formaba a otra persona y también hubo otra respuesta de la misma categoría:
“Carlos no quiere enseñar a nadie”
El tema era interesante y despertó mi interés. Entonces le sugerí al propietario, que pasáramos al interior de la planta de producción y me presentara a Carlos, el empleado descontento.
Al entrar en la planta, lo primero que se observaba era la falta de un buen mantenimiento, falta de orden y limpieza en los puestos de trabajo.
Cuando saludé a Carlos, encontré a una persona totalmente desmotivada. Le propuse sentarnos en su oficina y cuando iniciamos la conversación el empleado estalló. Encontró la oportunidad de exponer lo que venia almacenando durante años y que no había hecho, porque nadie le escuchaba. Y me contó que los compañeros no cuidaban sus puestos de trabajo ni las herramientas, la dirección no le apoyaba y él con 58 años de edad, estaba ya cansado de hacer lo que nadie le reconocía, ni valoraba.
Le agradecí a Carlos su sinceridad y reflexioné sobre lo visto y escuchado y después de escuchar de nuevo al propietario del CES, quien me confirmó que Carlos tenía parte de razón.
Con toda esta información, llegué a la siguiente diagnosis:
- Edad de Carlos 58 años.
- Compañeros que no le apoyaban.
- Empresa que sólo veía en él, un empleado que no estaba cumpliendo.
- No estaba contento y manifestaba su queja, negándose a formar a nadie.
- Pero también detecté que Carlos sí que estaba dispuesto a imponer que los compañeros cuidasen sus máquinas y herramientas.
Por lo que les hice una Propuesta, a través de la Formación:
Carlos como responsable de mantenimiento, junto con una secretaria, encargada de realizar fotos y de redacción de informes y además, un estudiante en prácticas, debían redactar el “Manual de Mantenimiento” de la Empresa.
El propietario del CES aceptó la propuesta y además él, se incorporó al equipo de trabajo. Comenzaron a analizar, puesto por puesto, cómo cada empleado tenía que hacer su función y cuidar su puesto y marcar unas pautas prácticas, que pronto se comenzaron a aplicar.
El excelente resultado no se hizo esperar: Éxito.
La organización en la planta volvió a ser la adecuada, y todos estaban satisfechos. Además, se había recuperado el buen entendimiento y eficiencia.
Cuando se descubre la existencia de la “Ansiedad”, que crea “Preocupación”, se precisa un análisis, una “Diagnosis” y en este caso, mediante la “Formación” de los empleados de producción, se consiguió el cambio en el carácter del empleado de mantenimiento.
La “Ansiedad” es el fruto de no encontrar la solución a las dificultades del día a día.
¡Tú eres el motor de la economía!